Distancia

¿Y ahora qué? Pepe había terminado oficialmente la carrera y en casa se planteaban opciones para continuar: ¿Seguir formándose? ¿Buscar un trabajo? ¿Dónde? Amparo tenía el camino más claro, aprobar las oposiciones y conseguir plaza en un colegio.

En este episodio os contaré qué decidió hacer Pepe y algunas otras historias que sucedieron en los años 62-63. En esta etapa además, se dieron circunstancias que pusieron a prueba su compromiso.


Nuevas amistades

Antes de meternos en el contenido del capítulo, os cuento algo que por cronología no puedo contar después, pues sucedió en el 62.

La familia de Pepe apenas llevaba 4 años en Valencia cuando Fernando compró otro piso. Este se situaba en la calle Alzira, era mucho más céntrico que el anterior, más grande y en definitiva mejor vivienda. Al poco de comprarlo se mudaron allí.

Al igual que en Pérez Galdós, en el nuevo barrio existía un punto de encuentro para los vecinos que Pepe descubrió rápidamente. No era de carácter cultural como lo había sido el Hogar, pero definitivamente ese lugar marcó su vida gracias a las nuevas amistades que allí encontró.

Se trataba del Bar Trébol, regentado por Enrique y Mari Carmen, y donde trabajaba también Reme, la hermana de Enrique. Se encontraba en la esquina de la calle Alzira con la calle Jesús. Allí fue donde conoció a Pepe Balanzá Quiles, el doctor (era ginecólogo), vivía justo arriba del Trébol y fue una de esas amistades que vinieron para quedarse. 

Pepe y Elvira

Miguel y Amparo (los Gómez), Rafa y Pili (los Ferrando), Rafa y Reme (los Rubio), Pepe y Elvira (Los Balanzá), todos habituales del Bar Trébol, se convertirían en la nueva "Pandilla". Ya veréis qué buenos momentos pasaron junto con Pepe y Amparo (los Marco). Cuando llegue el momento os contaré.


Madrid

Al terminar la carrera lo ideal hubiera sido empezar en algún trabajo, teniendo contactos habría sido más fácil. En Valencia su único contacto influyente era Zabalza, el vecino militar que alentó a la familia a sacarse el carnet de conducir con "facilidades". Fue probablemente por su consejo, y por la reciente participación de Pepe en las Milicias, que al final se decidiera por opositar para el Cuerpo de Interventores del Ejército.

El examen exigía preparación, Pepe no sabía nada de contabilidad y esta parte era un 50% del examen, la otra parte trataba de leyes y no le preocupaba tanto. En Valencia no preparaban para este examen así que viajó a Madrid con su padre para buscar una academia. Encontraron la academia y cerca de allí  una modesta pensión donde alojarse en la calle Fuencarral. En octubre del 62 se marchó.

En Madrid no tenía familia. Bueno, una prima de su madre que se llamaba Amparo, y el tío Alfonso de Canarias (el tío de Amparo a quien había conocido en Valencia en Fallas). Precisamente fue con el tío Alfonso y su mujer Camila con quienes estrechó más lazos, además sus hijos Montse y Rafael se convirtieron en buenos amigos de Pepe.

Estaba muy solo, la pensión más que modesta era cutre, pasaba frío y Amparo estaba lejos. Se escribían cartas, de las que no queda constancia, se añoraban mirando las fotos que cada uno llevaba en su cartera.


A pesar de las dificultades, Pepe encontró como siempre lugares donde disfrutar de la música y relacionarse. El tío Alfonso le introdujo en la Casa de Canarias. Además, un chico joven, guapo y con carrera, ¿solo en Madrid? No es de extrañar que pronto le echaran el ojo. Una de sus admiradoras era su prima segunda, estaba encaprichada con él. Pero había otra chica que tenía mayores pretensiones, se había enamorado de Pepe y su intención no era otra que casarse con él. Ella intentó todo tipo de acercamiento, a él le gustaba, pero tenía un compromiso. Desde luego estando tan solo y Amparo lejos, era una tentación. 

Mientras en Valencia

Amparo tenía su destino claro. Su familia supo que ella sería maestra, la cuarta generación de maestros en la enseñanza pública por parte de los Silvestre. Terminada la carrera tocaba prepararse las oposiciones para formar parte del sistema educativo, lo que entonces se denominaban "Maestros Nacionales". En este tiempo también terminó el Servicio Social obligatorio, en el Colegio Santa Bárbara.
Certificado Servicio Social

Amparo confiaba en Pepe y en el pacto. Se escribían cartas donde expresaban sus sentimientos y se contaban lo que cada uno estaba haciendo. Ella no recuerda haberle visto ese año ni siquiera en Navidad, pasaban los meses y la distancia pesaba cada vez más.

Aquí esta canción de la época que le recuerda a Amparo aquel tiempo separados:

La Distancia es como el viento-Domenico Modugno


Pepe se resistió al amor de aquella chica (no sé su nombre), él siempre la recordaría con cariño, y hasta pena por haberle roto el corazón.

Amparo supo de esta historia por las cartas de Pepe, él no escondía nada y lo contaba abiertamente. Imaginaos en la distancia lo que supone saber que otra quiere a tu novio. Pero ella siempre confió en el pacto.

El regreso

¿Qué pasó con el examen? ¿Cómo le fue a Pepe? Os cuento: fue una decepción. Cuando se anunció la convocatoria el orden de las pruebas no era el que Pepe esperaba, la parte contable era la primera y él no se vio seguro, aún le faltaba preparación y no se veía capaz de competir contra otros candidatos licenciados en Económicas. No se presentó.

Nada más volver, su padre le estaba esperando para llevárselo de ruta comercial por Andalucía. Fernando estaba disgustado, y pensó que su hijo no se merecía un descanso en verano. En el coche podía llevar más muestrario y llegar a más sitios que en tren, así que esta fue la última misión del Renault 4/4, con Pepe de chófer.

No hubo reencuentro con Amparo, no hubo tiempo. El viaje por Andalucía duró casi un mes. La última semana la pasaron en Cádiz. El hermano de Fernando, Francisco Marco Marco (el tío Paco) estaba haciendo la especialidad de otorrino en esa bonita ciudad y aprovecharon para terminar allí su ruta y visitar a Paco.

A su regreso Pepe fue buscar a Amparo a su casa. En pleno verano allí no había nadie. "¡Claro! ¡Seguro que está en Fortaleny!" pensó. Su amigo Pepe Balanzá tenía una novia en Fortaleny (antes de comprometerse con Elvira) y aprovechó para ir con él en el coche. Amparo no estaba allí tampoco. Se enteró dónde estaba, pero no tenía posibilidad de moverse de allí, así que se quedó hasta que pudo volver con Pepe. Tenía un compañero de carrera de Fortaleny, Pepito Cors, hijo del rector de la Universidad y al menos aprovechó para verle.

Amparo estaba en Pavías,  un pequeño pueblo de la provincia de Castellón a 80 Km de Valencia, el pueblo de la tía Asunción (casada con su tío abuelo Paquito LLuch). Tenían una casa allí y muchos veranos la invitaban a ir, a ella le gustaba mucho. Aquel verano con más motivo quiso pasar allí unos días, necesitaba un descanso por el atracón de estudios que supuso aprobar con buena nota las oposiciones. Le vendría bien también desconectar de la situación con Pepe, al no saber nada de él. Eran las fiestas patronales, había mucho ambiente y baile en la plaza cada noche con los mozos y mozas del pueblo.

Tuvieron que esperar hasta septiembre para reencontrarse, y aquel reencuentro sólo fue el inicio de una nueva etapa, juntos.



Gracias como siempre a Amparo, que me ha guiado en este episodio. Como ella dice, no fue todo de color de rosa. La vida nos pone obstáculos, a veces duros, pero sin duda necesarios. 

Comentarios

  1. ¡Me he hecho un jaleo con los amigos! Estoy deseando que se produzca el reencuentro.

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  2. ¡Muchos amigos y más que llegarán! Muchas gracias por seguir la historia.

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