Siendo ya una familia de cuatro, las necesidades cambian, y también ciertas costumbres, la visión de futuro se amplía y se divisan nuevos horizontes. Ahora os contaré cómo les fue en aquellos años, empezamos 1970 con mucha alegría, proyectos, diversión, nuevas amistades y alguna que otra locura.
María en L'Assut de Fortaleny 1971
1970
En algún momento el año anterior Pepe y Amparo renovaron vehículo, el R8 no era tan viejo, pero el Seat 1430 era algo más potente y más seguro. Lo pusieron a prueba lanzándose a la carretera en pleno invierno para recibir el año 1970 en Cabeza del Buey, a casi 600 kilómetros, un día entero de viaje ¡Toda una aventura! Carlos y Pilar acudieron desde Yecla con su hija María Elena, a nosotros nos dejaron con los abuelitos (sabia decisión). Lo pasaron genial, como siempre que se juntaban los seis, sin salir de casa acabaron con todas las existencias de bebida, Casto decía: "¡estos se beben hasta la loción de afeitar!"
Pepe y Amparo con Mari Luz, Pilar y Carlos, con María Elena y la familia de Casto en Cabeza del Buey
Aquí estoy yo con mi padre y el coche nuevo en Fortaleny, en el mes de enero. Los inviernos en Valencia nos ofrecen días soleados y temperaturas agradables, ideales para las salidas de fin de semana.
Pepe con María en Fortaleny
La familia de Amparo, aunque vivía en Valencia, iba a Fortaleny todos los fines de semana del año, vacaciones y verano, allí tenían naranjos y una vida muy vinculada al campo. Por eso eran frecuentes las visitas de Pepe y Amparo, les gustaba salir de la ciudad y pasear con los niños por el campo o la playa. Otra opción de fin de semana para la familia eran las excursiones con la pandilla, o los domingos en El Vedat (Torrente) donde los Balanzá habían alquilado un chalet.
María y Fernando en Fortaleny
Pilar y Carlos iban a Valencia a visitarles de vez en cuando con su hija María Elena. Con los niños aquellas no pudieron ser una Fallas tan locas como las del 68, aun así no quisieron perderse el ambiente de la fiesta y repitieron ese marzo, aunque de forma más moderada.
María Elena y María, en marzo
Los sábados, por lo general, se quedaban en Valencia porque Pepe trabajaba todo el día. Amparo por su parte hacía guardias de fin de semana una de cada 5 semanas. Algunos días se daban cita con los amigos en el bar Trébol, o en Las Palmeras. Los niños estaban entretenidos jugando en la calle mientras los padres tomaban el aperitivo. Como tenían al lado el Jardín Botánico muchos días íbamos allí a pasear, otras veces nos llevaban al Jardín de Viveros, o la playa de Las Arenas.
Las tertulias
En este episodio no quería limitarme al álbum de familia, por eso voy a introducir este pequeño espacio dedicado a las tertuliasqueen aquellos años estaban presentes en el día a día de Pepe y Amparo. Ilustradoras y divertidas, ¡qué mejor forma de ocio que conversar!
Pepe amaba la buena conversación, y la buena comida, con su cerveza, su vino, o una buena copa, según el momento del día. Por algo será que las tertulias tenían lugar en los bares. Pepe solía ir a almorzar al bar Las Palmeras, en la esquina de la calle Albacete con Pintor Benedito, allí se relacionaba con otros profesionales: empresarios, médicos, abogados o profesores, habituales a la hora del almuerzo. Se leía el periódico y se comentaban temas de actualidad.
Por la tarde, después del trabajo, el punto de encuentro era La Venta de Montiel, en la calle Cádiz. Pepe Rico, amigo de su padre y después gran amigo suyo, tenía la tienda de muebles en la Gran Vía Germanías, muy cerca de La Venta, donde acudía por las tardes. Vicente Carbó,que trabajaba entonces en las oficinas de la empresa de Pepe Rico,se unía también a esta cita vespertina donde tomaban su cerveza, hablaban de la vida y se desahogaban del trabajo. Vamos, lo que viene a ser un "afterwork" estilo años 70. La Venta de Montiel era restaurante y marisquería, Pepe y Amparo solían ir sobre todo cuando tenían visita de fuera. Les trataban muy bien y se comía de lujo. Como los lunes cerraban, muchos domingos iban los dos solos a cenar a base de marisco que el dueño les servía gustosamente a mitad de precio.
Pero el lugar donde las tertulias se alargaban y tomaban un cariz más auténtico era el bar Las Ventas, en la esquina de la Gran Vía Fernando el Católico con la calle Simón Ortiz, al lado de casa. Las Ventas era también pensión, muchos de los contertulios eran huéspedes que se quedaban en el bar después de cenar, pero también había vecinos del barrio. Os cuento sobre algunos de ellos. Joaquín Valdelló se había dedicado a la explotación de maderas en Guinea Ecuatorial y estaba retirado tras la independencia del país, vivía en la pensión, y tenía un sinfín de anécdotas sobre sus años en el país africano. Ángel Cristóbal, arquitecto y buen amigo, vivía con su madre en un piso justo arriba. El primo de Cristóbal, Eliodoro, de Villar del Arzobispo y dueño de una mina de caolín, se unía cuando venía a Valencia. Pepe y Amparo habían ido en varias ocasiones a Villar donde estaba de veterinario Rosendo, de la familia de Fortaleny, y tenía mucha amistad con la familia de Ángel Cristóbal, que era también de Villar. Julio Vélez, otro gran amigo, era de León, trabajaba en Finanzauto y vivía en la pensión. A ellos se sumaba en muchas ocasiones el cura del Villar y dos estudiantes de medicina sirios que también se alojaban en Las Ventas. ¡La diversión estaba servida! Todos eran muy bromistas y cada cual tenía sus historias que contar. A veces las tertulias terminaban en despropósito, debido al estado de los contertulios tras horas charlando y bebiendo. Una mañana, mientras Pepe se preparaba para ir a trabajar le dijo a Amparo sin darle mayor importancia: " hay un cura durmiendo en la habitación de invitados". "¿Y qué hago?", preguntó Amparo. "Dale el desayuno", respondió él. Después Pepe le contó que habían estado haciendo "apostolado" por los locales nocturnos, al cura se le complicó la vuelta a casa debido a su estado y Pepe le ofreció una habitación para dormir.
Amparo se unía a la tertulia que por lo general era sólo de hombres, Pepe la introducía así: "aquí Federico, mi mejor amigo." Todos la aceptaban.
Tras este inciso seguimos con la historia. El 25 de abril nace mi primo Francisco, el pequeño de Carmen. Pepe será el padrino, y Amparo la "sustituta" de la madrina, la tía María Ascensión, que no pudo acudir al evento porque se estaba examinando en Madrid de las oposiciones para Biblioteca.
Bautizo de Francisco Reig Silvestre
Fernando ya iba al parvulario, al colegio Edelweiss en Campolivar (Godella), a mí me faltaba aún otro añito. Pepe por su parte asistía a clases de inglés y Amparo se apuntaba a los cursos que podía relacionados con su profesión de maestra y terapeuta. Este año hizo el curso del método Bon Departconvocado por una conocida escuela de Barcelona y que se impartió en Las Escolapias.
Fernando de enanito para el festival
María el día del festival
Llegó el verano, y por tercer año consecutivo la familia se instala en La Casa del Pino junto con Pilar y Carlos. En la Casa del Pino había 4 habitaciones. ¿Cómo se las arreglaba tanta gente? En una dormía la abuela Pilar y su hija, la tía Pili, en otra Pepe y Amparo, con sus niños, en la tercera Pilar y Carlos con su hija y en el cuarto dormitorio dormían las "muchachas", que ayudaban con los niños. Claro que la distribución cambiaba según quien habitara la casa y según fueron aumentando las familias con los años. La casa pertenecía a las Carreres y se mantenía entre todos los que la quisieran disfrutar. A continuación algunas escenas de aquel verano.
Amparo y Pilar con Fernando, María Elena y María
Fernando en la piragua
Pepe y Carlos con Fernando
María en el barreño
Madrid
El 17 de septiembre nació en Madrid Julia Eva, la primera hija de Mari Luz y Casto. Era jueves así que Pepe y Amparo aprovecharon el fin de semana para ir a conocer a la niña y felicitar a los papás. Carlos y Pilar acudieron a su vez desde Yecla. Se llevaron a los niños, así harían con ellos un poco de turismo por la capital. Se alojaron todos en el Hotel Princesa. El sábado estuvieron con Mari Luz en el hospital, después fueron a dar una vuelta con los niños por el Retiro y a comer, luego al hotel a descansar. Por la tarde los hombres salieron a celebrar y desde luego la liaron buena. Después de recorrer varios locales nocturnos de Madrid, acabaron en la sala de fiestas Nueva Romana rodeados de señoritas, las bailarinas del espectáculo. Y es que ellos eran también un espectáculo. Carlos había salido con alpargatas, me pregunto cómo le dejaron entrar. Como no volvían, Amparo y Pilar se pidieron una botella de champán en la habitación, estaban con los niños y no podían moverse. Total, que esa noche se quedaron sin dinero, los tres sin blanca y aún les quedaba pasar el domingo y volver a casa. Pepe acudió a su amigo Pepe Mataix, que tenía entonces la farmacia en Madrid, este le adelantó el dinero de un cheque de la Caja de Ahorros de Badajoz que Casto le había dado a Pepe. Cuando cobró el cheque Pepe le dio dinero a Casto para inscribir a Julia Eva en el registro el lunes. Por eso Pepe siempre le dijo a Julia Eva que le debía 5 duros por el registro. De todo el fin de semana sólo tengo esta foto que prueba al menos que yo estuve en Madrid.
María en el Retiro
A finales de septiembre de nuevo la cita con la Feria de Yecla, no se la perdían, y con los niños tenía más aliciente, verles disfrutar en las atracciones que se instalaban en la calle San José. Ese año conocieron al grupo malagueño "Los Íberos" a quienes volvieron a ver más adelante en un concierto en
Sueca, tras el concierto cenaron con ellos en el Hotel Sicania de Cullera. Aquí el disco dedicado y un tema para recordarles.
Disco dedicado a Pepe y Amparo
Y del 70 ya no os cuento nada más, pasamos al 71.
1971
Después de una Nochevieja con amigos en Las Arenas, comienza 1971 planificando las vacaciones de verano, algo que solían hacer en enero. Este año cambiarían algo los planes. En Julio se quedarían en Valencia y sólo irían a La Casa del Pino unos días en agosto. La casa era compartida, y con las familias creciendo no había sitio para todos durante todo el verano. Los fines de semana seguirían con las salidas a Fortaleny, las excursiones y los paseos por el Jardín Botánico o la playa. Un nuevo proyecto cambiará todo esto por completo a partir del siguiente año, os lo contaré al final del capítulo.
Los Reyes Magos trajeron a Fernando su primera bici, aunque estos habían amenazado con llevársela si Fernando no se portaba bien, era un poco rebelde y muy enfadadizo. Cuando empezó a hablar le preguntaban: "¿cómo está el nene?", y él contestaba: "¡demá humó!". El día después de Reyes Fernando se quedó sin bici por una rabieta, pero igual que se enfadaba se desenfadaba, así que no tardaron el devolvérsela. Estas fotos son de aquel enero, en el Botánico.
Pepe con Fernando y María
Fernando con su nueva bici
Amparo con María
Pepe siempre vestía con traje, salvo que fuera al campo, se hacía raro verle con otra vestimenta. Tenía una buena colección de trajes, corbatas y camisas, siempre iba impecable y tenía buen porte, para muestra la siguiente foto.
Pepe con su traje
Pepe con María
El campo en Fortaleny es bonito todo el año, cada época tiene su encanto. La primavera es ideal por la temperatura y porque todavía se pueden ver los frutos en los naranjos. Pepe y Amparo seguían yendo habitualmente, a los niños nos encantaba.
María entre naranjos
Fernando en L'Assut de Fortaleny
María en L'Assut de Fortaleny (foto de portada)
Y ya en verano, el mes de julio fueron vacaciones urbanas. Todos los días Amparo iba con los niños a recoger a Pepe del trabajo y se quedaban por ahí, normalmente iban al Bar Trébol, donde acudían los amigos, los niños jugábamos en la calle. Al volver a casa nos metían a los dos juntos en la bañera. Ellos seguían con las salidas nocturnas y las tertulias de los viernes.
El mes pasó rápidamente, en agosto empezaron realmente las vacaciones con una semanita sin niños en Cervera de Pisuerga(Palencia),con Mari Luz y Casto, en casa de la madre de Casto. Desde allí hicieron varias excursiones, y otra cosa, ¡se hincharon a comer cangrejos de río!
Cervera de Pisuerga con Casto, Mari Luz, los padres y amigos de la familia
Los cangrejos
Y mientras tanto los niños en Fortaleny, disfrutando del campo y de la familia.
En la carreta con el abuelo de los Reig Silvestre
Fernando con su bici
Y ahora sí que nos vamos a La Casa del Pino, solo unos días en agosto. Ese año la piscina estaba medio llena, y un poco sucia. No se había mantenido en todo el verano y parecía más una charca que una piscina, pero la disfrutaron igual. Fueron unos días muy intensos, acostumbrados a pasar allí dos meses este año se hacía corto. Recibieron muchas visitas y lo pasaron muy bien como siempre.
Pepe con María
Fernando
Pepe con los niños
Pepe y Fernando
En la siguiente foto, la mesa de los niños alrededor de un arroz con pollo, ese día con los Carbó, sus hijas Marta y Adita a la izquierda, a la derecha dos de los Martínez, "Joselito" y Begoña. Fernando y María delante y al fondo María Elena.
Y ya terminando con el 71, esta fotografía de otoño en Fortaleny. Enfrente de casa había dos parques, en uno estaban los pavos reales, y en otro un mono al que le encantaban las pipas y las visitas de los niños.
María en Fortaleny
La Vallesa
En enero, Pepe y Amparo habían estado viendo unas parcelas con los Balanzá en La Vallesa(La Cañada, Paterna), a unos 18 Km de Valencia. La idea de construir un chalet como segunda residencia, accesible para poder ir los fines de semana y pasar los veranos en familia les había estado rondando la cabeza. Pepe podría ir al trabajo y volver por la tarde dado el caso. Aprovecharon la ocasión y ambos matrimonios compraron las parcelas, una al lado de la otra. Fue un gran esfuerzo económico pero enseguida se recuperaron. En otoño ese mismo año empezaron las obras, el plano lo hizo Ángel Cristóbal, amigo arquitecto y compañero de tertulia, en el espacio de la piscina ponía "bujero con agua para D. José Marco". El chalet estará listo para el siguiente verano, lo veremos en el próximo capítulo.
Amparo con la abuela Pilar en la obra del chalet
El chalet de La Vallesa en obras
Y eso no es todo. Pepe y Amparo habían anunciado el nacimiento de su tercer hijo para la siguiente primavera, así que en el próximo capítulo daremos la bienvenida al nuevo miembro de la familia. Las viejas costumbres definitivamente iban a cambiar, y los nuevos horizontes se descubrirán.
Muchas gracias como siempre a Amparo y a todos los que seguís la vida de Pepe. Me dejo muchas cosas, ojalá tuviese más testimonios a los que preguntar, lamentablemente muchos ya no están. Este mes de enero hizo 18 años que Pepe nos dejó, ¡toda una vida! Pero su espíritu sigue vivo en cada uno de los que le quisimos y le amamos.
ángel Cristóbal y sus amigos eran tremendos, una noche entraron en un local de estriptis y Ángel salió con el vestido de la moza colgado del brazo. Cuando despertó y vio el vestido pensó en su madre y el vestido pasó a la habitación de Joaquín Valdelló con tan mala suerte que se puso malo y su exmujer lo visitó, le organizó el armario y ya os podéis imaginar. El vestido acabó en mi casa, era negro y muy elegante pero enorme, no lo pude aprovechar. Un día pensaron devolverlo, no estaba la chica. "La habían despedido porque no tenía nada que quitarse"
¡Qué tiempos! Desde luego lo pasaban bien. Y lo que es muy bonito es que estaban a las duras y alas maduras, Pepe siempre nos transmitió un concepto de la amistad muy puro. ¡Gracias, Amparo!
Dices que el espíritu de Pepe, "sigue vivo en cada uno de los que le quisimos y le amamos". Yo recuerdo dos frases que mi padre me decía de tiempo en tiempo: "recordar es volver a vivir" y que "nadie muere realmente hasta que no se le olvida". Pues te diré una cosa María: leyendo este capítulo, he vuelto a vivir algunos momentos con tu padre, el cual sigue vivo por todos los que lo llevamos en la memoria. Gracias por los preciosos momentos que nos haces revivir contu blog y tu narraciones y fotos. Un besazo muy grande. Rogelio
Muchas gracias, Rogelio. ¡Tu padre era un sabio! Tus palabras me han emocionado, son una recompensa para mí. Yo sigo ilusionada, así que prepárate para nuevos episodios. Un beso enorme también.
ángel Cristóbal y sus amigos eran tremendos, una noche entraron en un local de estriptis y Ángel salió con el vestido de la moza colgado del brazo. Cuando despertó y vio el vestido pensó en su madre y el vestido pasó a la habitación de Joaquín Valdelló con tan mala suerte que se puso malo y su exmujer lo visitó, le organizó el armario y ya os podéis imaginar. El vestido acabó en mi casa, era negro y muy elegante pero enorme, no lo pude aprovechar. Un día pensaron devolverlo, no estaba la chica.
ResponderEliminar"La habían despedido porque no tenía nada que quitarse"
¡Qué tiempos! Desde luego lo pasaban bien. Y lo que es muy bonito es que estaban a las duras y alas maduras, Pepe siempre nos transmitió un concepto de la amistad muy puro. ¡Gracias, Amparo!
EliminarJajaja
EliminarEncantador y con algunas anécdotas divertidísimas. Tú, María, increíblemente guapa.
ResponderEliminarMe ha encantado este capítulo. Un beso.
¡Gracias, Pedro! Por ser fiel seguidor y por el alago a mi persona. ¡Me encanta que te encante!
EliminarMe ha encantado revivir y sobre todo conocer cosas de mi querido tío Pepe que desconocía. Gracias María por éste precioso regalo. Besos: Julia Eva 😉
ResponderEliminar¡Gracias, Julia Eva! Me alegro mucho que hayas disfrutado del capítulo. ¡Menuda fiesta fue tu nacimiento!
EliminarDices que el espíritu de Pepe, "sigue vivo en cada uno de los que le quisimos y le amamos". Yo recuerdo dos frases que mi padre me decía de tiempo en tiempo: "recordar es volver a vivir" y que "nadie muere realmente hasta que no se le olvida". Pues te diré una cosa María: leyendo este capítulo, he vuelto a vivir algunos momentos con tu padre, el cual sigue vivo por todos los que lo llevamos en la memoria. Gracias por los preciosos momentos que nos haces revivir contu blog y tu narraciones y fotos. Un besazo muy grande. Rogelio
ResponderEliminarMuchas gracias, Rogelio. ¡Tu padre era un sabio! Tus palabras me han emocionado, son una recompensa para mí. Yo sigo ilusionada, así que prepárate para nuevos episodios. Un beso enorme también.
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