Tras un año de locura vendrán otros no menos locos. La familia crece, la diversión sigue, y los proyectos de vida continúan. Yo llegaré en el 69, un año y 7 meses después del nacimiento de mi hermano. A partir de este episodio tengo muchas más fotos para compartir, en enero del 68 los Reyes Magos trajeron a Pepe y Amparo la cámara y el proyector de súper 8, y les sacaron partido. Hace unos años mi madre consiguió recuperar algunas películas que si algún día puedo compartiré. Ahora seguimos con la historia, todavía tienen que nacer mis hermanos.
María y Fernando en la terraza de Fernando el Católico
1968
En enero del 68, Pepe y Amparo celebraban el aniversario del pacto como era costumbre, en una cafetería con unas cervezas y unas papas. De este día siempre solía salir algún plan. Ese enero decidieron invitar a las primas de Yecla, Mari Luz y Pilar, con sus respectivos, Casto y Carlos, a pasar las Fallas en Valencia. Tal fue el gozo que esta invitación provocó en los invitados que Carlos lo plasmó en papel, en forma de romance, probablemente mientras sus alumnos se concentraban en el examen que tenían delante. A continuación un fragmento y el texto entero para quien tenga curiosidad.
Seguimos en enero, en Valencia, Fernando aún muy chiquitín era el protagonista absoluto de las fotos y de las películas con la nueva cámara. Aquí en una visita a Fortaleny, un soleado día de invierno entre naranjos, con los primos mayores, Irene y José, hijos de Carmen y Pepe, y con la abuelita Carmen. En cada casa se nombra a los abuelos de una forma, en nuestra familia los abuelos maternos eran "abuelita y abuelito", los paternos "abuela y abuelo". A la abuela Julia le hacía rabiar que le llamasen "yaya" o "abuelita".
Irene y José Reig con Amparo y Fernando
Amparo y Fernando con la abuelita Carmen
Madre e hijo
Antes de las Fallas, en febrero, nació Miriam, la tercera hija de los Balanzá. Pepe sería el padrino. Yo siempre digo que Miriam y yo éramos amigas antes de nacer, fue la herencia de nuestros padres. Si algún día me consigue una foto de su bautizo la pondré aquí (es un mensaje para ti, Miriam).
Y ya estamos en marzo, y con marzo llegaron las Fallas y los invitados. Carlos y Pilar ya estaban casados y se quedaron en casa de Pepe y Amparo. Casto y Mari Luz todavía debían dormir separados. Casto se alojó en casa de Pili y Gregorio que entonces vivían el Pérez Galdós, en el primer piso que el abuelo había comprado en Valencia. Aquellos tres días de Fallas no pararon en casa. Desfiles, "mascletás", bailes, aperitivos que se alargaban hasta la noche, música y risas. Los seis se llevaban muy bien, y todos eran muy ocurrentes, vivían aventuras de caballeros y damas, de justas y conquistas, entre versos y rimas. El sentido del humor siempre caracterizó al grupo. La pena es que no tengamos fotos, pero claro, con tanta juerga quién se acuerda de la cámara. Esta falla que veis a continuación sí que es de este año, y la foto de Pilar, abajo con Fernando también, Pilar estaba entonces embarazada, de muy poquito.
Fallas 1968
Pilar con Fernando en la terraza de Fernando el Católico, Fallas 68
Esos días, se juntaban en el Bar Trébol con la pandilla y también con la familia. Y hablando de familia, aprovecho para introducir a Amparo Polo, prima segunda de Pepe por parte de los abuelos Carreres. Yo me hago un lío con los parentescos cuando pasamos de primos hermanos, pero ya lo tengo claro. La hermana de mi bisabuelo Eduardo Carreres Díaz, Amparo Carreres Díaz, era la abuela de Amparo Polo. Ella se vino a Valencia cuando era muy pequeña, con unos cinco años, Pepe llegó más tarde, ya en tercero de carrera, entonces no tuvieron mucha relación, la relación más estrecha empezó después, cuando Pepe y su familia se mudaron a la calle Alzira. Acabaron siendo vecinos y trabajando juntos en el "railite". Ella ya trabajaba allí cuando Pepe terminó las milicias y se encontraba sin trabajo. Hizo la entrevista en García Pascual y entró de gerente de inmediato. Así que fueron muchos años de "aguantarse" el uno al otro, pero con gusto. El marido de Amparo, Vicente Carbó, hizo buenas migas con Pepe, hubo mucha relación entre las dos familias en aquel tiempo. Su primera hija, Marta, nació en octubre del 68, un mes después que Fernando, iban a la par.
Amparo con Fernando y Marta Carbó
Aquí otra foto de Fallas que nos entusiasmaba mirar de pequeños, Fernando Marco nieto y Fernando Marco abuelo, que se volvió loco con los Chupa Chups y le compró el bote entero.
Abuelo y nieto
La Semana Santa cayó a principios de abril, Fernando sólo había estado en Yecla una vez, en diciembre el año anterior, tocaba volver a visitar a los bisabuelos y las tías. Además, Pepe y Amparo tenían una idea en mente para el verano, y este viaje sería definitivo para consolidar esos planes, era un tema que había que tratar con la familia.
La Casa del Pino había estado cerrada unos cuantos años, tenía bastantes desperfectos y el tejado estaba muy dañado. A Pepe se le ocurrió que por lo que les costaría un apartamento en Cullera podría arreglar la casa e incluso hacer una piscina. Estuvieron todos de acuerdo, se unirían Pilar y Carlos, y llevarían con ellos a la abuela Pilar y a la tía Pili. La casa y la piscina tenían que estar listas para julio, así que la obra se puso en marcha sin demora.
Detrás de Amparo la abuela Julia, y al lado las tres Pilares: Pilar Martínez, la abuela Pilar y la tía Pili.
Volvemos un momento a Valencia antes de irnos de veraneo. Estamos en primavera disfrutando de los abuelitos y del buen tiempo en la playa de Cullera y en Fortaleny. A Pepe y Amparo les encantaba ir a Cullera en cualquier época del año. Amparo solía ir de pequeña con su padre y con los años no dejaron de ir, hasta pasaron allí su noche de bodas, como os conté en el capítulo "Libres".
Fernando con el abuelito Paco en Fortaleny
Padre e hijo en la playa de Cullera
Con el abuelito en la playa de Cullera
Ahora sí, ¡por fin llegó el verano! Serían dos meses enteros en el campo, sin demasiadas comodidades, sin electricidad y con agua del pozo, como en los viejos tiempos de la casa, pero con mucha ilusión. Pepe trabajaba el mes de julio, así que iría y vendría los fines de semana, y en agosto ya se quedaría todo el mes, igual que el año anterior cuando estuvieron con los Balanzá en Cullera. El R8 iba cargado de provisiones cuando emprendieron el viaje, ¡nunca había ido tan lleno! Les acompañaba Belén, la "muchacha" que cuidaba a Fernando, y que pasaría con ellos el verano.
En la hamaca junto a la piscina
Los primeros pasos de Fernando
Al pueblo iban los sábados a comprar comida, y hielo, que solía durar un par de días. Alguna vez los hombres se entretenían de más tomando el aperitivo y llegaban al campo con la barra de hielo medio derretida. Otras veces se acercaban a Fuente Álamo a comprar embutido. Los fines de semana se comía "fresco", lo recién comprado. El resto de la semana se arreglaban muy bien con las provisiones que tenían, sin nevera. Se preparaban buenos almuerzos, y aperitivos, una "palomica" con agua fresca del pozo era bebida habitual. En el campo no podían faltar las gachas migas, con un buen porrón de vino.
Gachas migas y Fernando
Carlos preparando el almuerzo, al fondo el R8
Muchos días recibían visitas, sin previo aviso. Se oía llegar un coche y desde lejos se adivinaba quién podía ser, normalmente por el sonido del motor.
De vez en cuando hacían excursiones, al monte Arabí principalmente. Una de ellas la hicieron con el profesor e historiador D. Fausto Soriano con la intención de fotografiar la "Cueva de la Horadada". Pepe siempre llevaba su garrote cuando salía a andar por el campo, y la cabeza cubierta para protegerse del sol. El clima de Yecla en verano es muy extremo, mucho calor y muy seco durante el día aunque algo más fresco por la noche.
Pepe de excursión con el "garrote"
La Cueva de la Horadada
Imaginaos lo que supuso para Pepe ese tiempo en la Casa del Pino, una vuelta a aquellos idílicos veranos de su infancia, ahora con su mujer y su hijo, y todavía con la presencia de su abuela Pilar. Aquello no tenía precio. Yo soy fruto de aquellos días de felicidad. Según me han contado, yo fui concebida en la Casa del Pino. Lo que me sorprende es que tuvieran momentos de intimidad, con tanta gente en la casa y el silencio del campo. Es obvio que se las ingeniaban.
En el mes de agosto Pili, la hermanica de Pepe, dio a luz a su primer hijo, Gregorio, el día 24. Fue complicado porque Pili se puso de parto antes de tiempo y Gregorio nació sietemesino, directo a la incubadora. Estuvo allí 32 días y cuando salió pesaba un poco más de 2 kilos. Afortunadamente todo salió bien y "Goyito" salió adelante con buena salud.
Ya en septiembre, vuelta al trabajo y enseguida otra vez a Yecla para la Feria. Entonces Carlos Abrisqueta y otros amigos de Pepe (Rafael Yago o José Pacual) estaban en la comisión de fiestas. Tenían sitio privilegiado en los conciertos, para los que se contaba siempre con cantantes y grupos internacionales. Fue entonces cuando conocieron a "Los 3 Sudamericanos", Alma María, Johnny y Darío. El grupo paraguayo tenía su residencia en Barcelona, y allí conocieron al matrimonio Galán, de Yecla, que entonces tenía una tienda enorme de juguetes en Barcelona donde uno de los componentes del grupo compraba sus artículos de colección. Al ser invitados a la Feria de Yecla no lo dudaron. La visita del grupo no se limitó a la actuación, salieron por el pueblo y compartieron momentos con los amigos de los Galán, entre ellos Pepe y Amparo. Fue entonces cuando nació esta nueva amistad de la que hablaré más adelante.
En noviembre, el día 12,nació MaríaElena, la primera hija de Carlos y Pilar, así que ¡Bienvenida!
Y termino el año para dar paso al 69, de este 68 me queda resaltar que el 17 de diciembre falleció el abuelo Pepe, en Yecla.
1969
En enero de 1969 los planes para el año ya estaban decididos, en abril nacería su segundo hijo, o hija, y en verano irían de nuevo a la Casa del Pino. Por lo demás, la empresa de Pepe prosperaba y Amparo seguía en el colegio de Torrente, en cuanto al trabajo no tenían nada de qué preocuparse.
Las Fallas del 69, este año sin invitados, las pasaron con los amigos y familia. El punto de encuentro seguía siendo el Bar Trébol. Cerca se disparaba la "mascletá" de la Falla Obispo Amigó, a la hora del aperitivo, tengo esta foto de mi padre con Fernando junto a los cohetes y "masclets" a punto de ser disparados. Fernando parece un "ninot". ¡Tan bonico!
Fernando y Pepe, Fallas del 69
Los 3 Sudamericanos fueron invitados a actuar en una sala de fiestas en Valencia, con motivo de las Fallas, ocasión para reencontrarse con sus amigos, Pepe y Amparo. Ella, en avanzado estado de gestación, se encontraba perfectamente y se apuntaba a toda fiesta que se presentase, como se puede ver en la foto. Esta fue una amistad duradera, seguro que vuelven a aparecer conforme avance con la historia.
Johnny, Darío, Alma María, Amparo y Pepe
Fueron muchos los éxitos de Los Tres Sudamericanos que sonaron en la época: "Cartagenera", "Me lo dijo Pérez", "La Chevecha" ¿Os suenan? He seleccionado estos dos por si os apetece recordar.
Ahora sí, estamos en abril y yo estoy a punto de nacer. A pesar de que no se presentaba un parto complicado, las cosas sí se complicaron un poco. A principios de abril, Amparo se disponía a dar un paseo con su hermana y los niños. Justo antes de salir de casa pisó un cochecito de juguete de Fernando, y como consecuencia de la caída se le dislocó el codo izquierdo. Terminó en "La Fe", el hospital que acababa de abrir, y Amparo tuvo la suerte de ser atendida por su tío Eugenio Enrique, traumatólogo recién incorporado a este hospital. Le colocó el codo y le escayoló para que curara. Mantuvo la escayola hasta apenas unos días antes de ponerse de parto. Era sábado, 19 de abril, Pepe estaba trabajando, la abuelita en el mercado, Amparo llamó a Balanzá y el dispositivo se puso en marcha. La Cigüeña estaba en obras, no había una sola cama libre en ningún hospital. Al final les habilitaron una salita en La Sagrada Falimilia, donde al poco de instalarse nací yo.
María bebé
Mis padrinos fueron Franciso Marco (el tío Paco), el hermano de mi abuelo, y mi tía Carmen, la hermana de mi madre. El "Pater", quien casó a mis padres y bautizó a mi hermano, ofició la ceremonia.
El "Pater" y mi padrino
Mis padrinos Paco y Carmen
Yo no era un bebé muy risueño, tenía las orejas de soplillo y un remolino en la frente, menos mal que cuando fui creciendo me hice más bonica. Bueno, no hablemos de mí, seguimos.
María bebé en Fernando el Católico
Y nos vamos otra vez a la Casa del Pino, otro verano en el campo, este año con más niños. La piscina estaba totalmente a punto. El año anterior había tenido fugas, pero se ocuparon de arreglarla antes del verano. Por cierto, la piscina se llenaba con una cuba enorme que bajaba por el camino hasta que se colocaba adecuadamente y abría los chorros, ¡un espectáculo!
Pepe enluciendo la balaustrada
Fernando y Pepe en la piscina
Fernando y María junto a la piscina
Amparo con Fernando y María Elena
Ese año, Pilar había comprado un par de bikinis en las rebajas en Murcia, uno para Amparo y otro para ella. Carlos bromeaba diciendo que el pastor se acercaba más de lo habitual y que no salía del bancal que había enfrente de la piscina. Si lo decía probablemente era cierto.
Y termino las escenas del verano con esta serie que me encanta. Sin palabras.
Y en septiembre vuelta a la normalidad, bueno casi. La familia tenía de nuevo una cita en Yecla, la boda de Mari Luz y Casto el 13 de septiembre de 1969.
Invitación boda Mariluz y Casto
Amparo se encargó de llevar el ramo a la novia, de la misma floristería donde habían confeccionado el suyo y que a Mari Luz había gustado tanto. La ceremonia se celebró en la Basílica de la Purísima y el convite en la Feria del Mueble, en un salón que se encontraba en el piso de arriba.
Casto y Mari Luz se habían conocido en Madrid. Él era de un pueblo de Badajoz, y tras la boda se fueron a vivir a Cabeza del Buey, donde él había adquirido una gasolinera y donde formarían una familia. Ya os presentaré a sus hijas cuando lleguen.
Los novios con la familia
Mari Luz con Fernando y Julia
Los tres tenores: Pepe, Casto y Carlos
La última semana de septiembre Pepe y Amparo volvieron a Yecla para la Feria. Entonces las atracciones se situaban en la Calle San José, y por la noche había conciertos, bailes y verbenas en el parque, en Cazadores o en "Los Rosales". Cada año estrellas de la música como Raphael o Lola Flores pasaban por Yecla. A los niños se le "feriaba", bien con un dinero para atracciones, bien con juguetes comprados en la feria. La diversión estaba asegurada para pequeños y adultos. Y aquí una muestra, el grupo al completo una noche de Feria, tan elegantes, y tan felices, los hombres vaso en mano.
Y termino ya el 69, sin otra cosa que resaltar que el fallecimiento de la abuela Paca, el 17 de octubre, 10 meses después de faltar su marido Pepe. En menos de un año se fueron los abuelos paternos, ley de vida. En el próximo capítulo entramos en la década de los 70, vamos a ver qué nos espera, seguro cosas buenas.
Muchas gracias como siempre a Amparo y a Pili. También quiero agradecer el interés a los que me habéis preguntado cuándo iba a publicar, ya que esta vez me he demorado más de lo habitual. Una alegría enorme haberme reencontrado con la familia Carbó-Polo. Gracias a Amparo, Pilón y Marta por ese ratito tan agradable, saludos a Adita y mi cariñoso recuerdo para María y Vicente.
Había otra hermana, Milagros Carreres, vivía en la C/San Francisco (ahora banco Santander). La conocí cuando aun éramos novios. A todas las novias de sobrinos les ponía pegas. Yo iba preparada, me miró de arriba abajo, me apartó y dijo "es muy alta" Ella no llegaba al metro y medio. No salí tan mal parada.
Excelente...nos has hecho pasar un rato muy bueno.
ResponderEliminarMuchas gracias. ¡Cuánto me alegro!
Eliminar¡Me alegra mucho que hayas nacido! Un artículo entrañable.
ResponderEliminarMuchas gracias, Pedro. ¡Yo también me alegro!
EliminarBonitas historias familiares. Qué maravilla tener una cronista familiar. Me encanta!!!!
ResponderEliminarMuchas gracias, Juan Carlos. Pues sí, he descubierto esta faceta mía y estoy encantada de contar estas historias.
EliminarHabía otra hermana, Milagros Carreres, vivía en la C/San Francisco (ahora banco Santander). La conocí cuando aun éramos novios. A todas las novias de sobrinos les ponía pegas. Yo iba preparada, me miró de arriba abajo, me apartó y dijo "es muy alta" Ella no llegaba al metro y medio. No salí tan mal parada.
ResponderEliminarLa tía Milagros, recuerdo oír hablar de ella . ¡Pasaste el filtro! Gracias, Amparo, por todo.
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